Papá: el primer héroe de un hijo, el primer amor de una hija.
No tienes capa, pero siempre has sido mi superhéroe.
Por todo lo que diste sin pedir nada a cambio: gracias, papá.
En cada paso de mi vida, sé que cuento contigo, papá. Gracias por tu paciencia, tu sabiduría y tu cariño
Celebro hoy y siempre al hombre increíble que eres.
De tu mano aprendí que el amor no siempre se dice, a veces solo se demuestra.
Tú me enseñaste a ser fuerte, pero también a ser bueno.
Gracias por enseñarme a soñar, a luchar y a nunca rendirme. Eres mi ejemplo a seguir.
Contigo aprendí que el amor incondicional existe y que siempre puedo contar contigo. Gracias por ser ese pilar en mi vida.
Papá, tu amor es mi mayor inspiración. Gracias por cada lección y por tu apoyo incondicional. ¡Te quiero mucho!
Papá, en el jardín de mi vida, fuiste el roble firme que me dio sombra y el agua que nutrió mi crecimiento.
En tus ojos vi la fuerza de los mares y la calma de un puerto seguro. Papá, tu presencia es el poema más hermoso que la vida me regaló.
Tu voz, papá, es el susurro antiguo del viento, que me cuenta historias de valor. Gracias por la formación que me brindaste y que hizo de mí una buena persona.
Gracias por ser mi refugio, papá
El amor de madre inspira, pero el sacrificio del padre sostiene.
Yo ya gané con el papá que me tocó.
Vi a mi papá luchando y nunca lo vi rendirse. Yo admiro a ese hombre.